lunes, 23 de marzo de 2015

Qué vergüenza con ustedes (Sobre "El Resplandor" de Kubrick)



Vamos a dejar clara una cosa: Esto no es una crítica cinematográfica ni mucho menos, es una simple opinión. Dicho esto, anticipo una disculpa a todos los que consideran que todo lo que hizo Kubrick es oro: Qué vergüenza con todos ustedes, ahí disculparán. 

¿Kubrick fue uno de los mejores directores y además una de las mentes más complejas y revolucionarias que ha conocido el cine a lo largo de su historia? Sí. Totalmente de acuerdo en eso. El genio de Kubrick difícilmente puede ser discutido. Y parto de la premisa de que al igual que muchos de ustedes (imagino), soy admirador del cineasta neoyorquino, y con eso ya saben lo que pienso de su obra en conjunto y me ahorro el tener que detenerme a hablar del todas de sus películas.

En 1980 se estrenó The Shining, protagonizada por Jack Nicholson, Shelley Duvall y el pequeño Danny Lloyd. El Resplandor es la consecuencia de que un Stanley Kubrick decepcionado por el resultado en taquilla de Barry Lyndon y amargado de ver cómo una película de terror que él había rechazado dirigir (nada menos que El Exorcista) era un absoluto éxito comercial, hubiera decidido incursionar en el género del terror psicológico a través de la adaptación al cine del libro homónimo de Stephen King, adaptación que por cierto, el novelista gringo jamás le perdonó a Kubrick por los múltiples tijeretazos argumentales, el casting (King jamás aprobó a Jack Nicholson para interpretar a Jack Torrance) y en términos generales, su opinión de que Kubrick simplemente no era un director de cine de horror. 

La película recién estrenada no fue bien recibida ni por la audiencia, ni por la crítica. Lejos de eso, le otorgó a Kubrick el desdichado honor de ser nominado a los anti premios Razzie en la categoría de Peor Director, y a su coprotagonista, Shelley Duvall, en la de peor actriz, siendo además, la primera película de Kubrick sin nominación alguna en los Óscar. 

Sin embargo y con el tiempo, el film consiguió sus adeptos y un lugar de culto entre los cinéfilos, convirtiéndose en una de las películas más referenciadas de la historia del cine de horror, inspirando gran cantidad de ensayos/libros dedicados a su análisis e inclusive el afamado documental Room 237, en los que se recogen todos los supuestos significados y los recursos subliminales presentes en El Resplandor a través del análisis de cosas tan rebuscadas como el número de pasos que el actor caminó en cierta escena, la insinuaciones con las formas fálicas de Danny cuando habla con su dedo, mejor dicho, con Tony (O.o), ciertos detalles arquitectónicos del Overlook etc. Y así coge forma la premisa casi dogmática de que Kubrick es un perfeccionista y que por tanto no existen detalles fortuitos ni mucho menos errores, todo fue puesto allí por el genio sin límites de Kubrick.

¿Consecuencia? La canonización de Kubrick, proliferación de posiciones fundamentalistas en torno a su obra, fanatismo y sobreanálisis. Hay más cosas en las tesis de los analistas del Resplandor que las que Kubrick siquiera imaginó. Es difícil dejar de recordar, como leía en alguna crítica (una de verdad) cierto episodio de South Park en el que Stan escribe una mala novela que logra atención y fanatismos de personas que le encuentran todo tipo de interpretaciones. 

Para terminar, y en vista de que me han regañado mucho porque siempre me ha costado apreciar las adaptaciones sin compararlas con las obras originales, y por no spoilear, no voy a hablar del argumento de The Shining más que esto: Si usted nada más vio la película, le recomiendo altamente leer la novela original, la de King; Él sí se detuvo a explicar qué era esa joda del tal "resplandor". 

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